“El Salamanquino”

Plaza de Toros “La Ancianita”

Béjar (Salamanca)

Inauguración: 8 de agosto de 2011

 

La escultura fue erigido con motivo del III centenario de la plaza de toros “La Ancianita”  en Bejar en 2011.


Julián Casas, “El Salamanquino”

por  José Alvarez-Monteserin Izquierdo, Asociación de Amigos de la Plaza de Toros de Béjar


Nació en Béjar (Salamanca) el 16 de Febrero de 1818, pasada la guerra de la Independencia con Fernando VII como Rey de España.

En el año 1838, actúo por primera vez en Salamanca, en la cuadrilla de José Santos. Aquí alcanzó muy pronto gran popularidad, hasta el extremo de que cualquier matador que quisiera triunfar en esta plaza, estaba obligado a llevar a Julián Casas en su cuadrilla.

Era simpático, gallardo, intuitivo, inteligente, hablador y honesto, lo que le confería enorme facilidad para arrancar el aplauso de las gentes y compensar su carencia artística. Se ganó la amistad de empresarios y ganaderos.

El Salamanquino, arrancó triunfos y simpatías de todas las plazas de España y como se casó con una dama de Puerto Real, tomó arraigo en tierras andaluzas y fue uno de los toreros que mas contribuyó a eliminar las guerras que por aquel entonces existían entre los artistas castellanos y andaluces.

Curro Cúchares su fiel valedor y mas directo amigo, fue el que le animó tomar la alternativa, haciéndolo de manos de Manuel “El Lavi” en Madrid en el año 1847 (Se desconoce la fecha exacta).

En Pamplona protagonizó un hecho curioso: El 11 de julio de 1858 se lidiaban diez toros; cuatro a plaza entera, para Cuchares y él y los seis restantes, a plaza partida para espadas modestos. La primera parte se cumplió con éxito, pero en la segunda, un toro saltó la barrera divisoria y no hubo forma  de volverle a su lugar, por lo que al sonar los clarines, Cuchares y el Salamanquino cogieron cada uno una muleta y simultáneamente, en media plaza, despacharon a sus oponentes, con el riesgo que esto encierra.

Hizo también las Américas, cosechando grandes éxitos y al final de su carrera, montó una ganadería de reses bravas en sus fincas de Béjar.

Falleció en Salamanca, el 14 de agosto de 1882 y se fue para siempre un torero digno, engrandecedor de la Fiesta Nacional

Pedro Requejo Novoa, Sculptor